Tu niña del café

¿Os pongo el azúcar? Dos sobres.
Para un mitad doble y lo que ella tome.
¿O estando con ella no tomas un mitad?
¿O es que ni siquiera tomas café?
Te pondré el azúcar de todos modos,
para endulzar la mala conciencia.
Y, mientras, ella aparece bajo el marco de la puerta y en el momento oportuno.
Viene a hacerte reír y a confundirme más a mi,
porque, entre las discusiones,
ella aparece con su bandeja y,
por supuesto, con una mejor propuesta...
para dos... claro.
Y aquí me quedo yo, apoyada en la cama y observando desde lejos,
oyendo las risas y oliendo a café mientras escribo esto.
Así es como me siento...