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Un día de marzo en septiembre...

Rosa de biblioteca

Nunca

tendré una segunda oportunidad para causar una primera impresión...

La casa sosegada

<em>La casa sosegada</em>

El mejor amor



Cuánto hablamos de amor. Aquí va a hablarse de otra forma de él, más alta me parece. ¿Qué es amar? Todo lo contrario de estar ciego: ver a una persona o aquello que va a ser objeto de nuestro afecto tal como es (no como imaginamos o queremos imaginar que es) y tratarlo y corresponderle como se merece. Pero no puede amarse lo que no se ve con entera precisión. Nuestros conceptos más asumidos, casi congénitos de puro acendrados, nuestras categorías, nuestros esquemas, nuestras proyecciones nos dificultan la visión tanto como nuestras pasadas experiencias y nuestras ilusiones futuras. Somos Laocoontes de las herencias, de los prejuicios, de las ensoñaciones... Con tan pesada carga se hace casi justificable la pereza que nos impide ver a cada persona y cada cosa como son en cada momento y en cada circunstancia, es decir, irlas constantemente descubriendo.

A solas, ya tendríamos que zafarnos de esa carga personal. Pero queda otra más: la que la sociedad, día tras día, secularmente, nos deposita sobre los hombros. El ser humano es sociable, y entiende que serlo le obliga a sintonizar con las reacciones de sus próximos, marchar al ritmo de ellos, hablar en su lenguaje, situarse a su altura, depender de sus datos. Tal sumisión le cuesta un gran trabajo, pero mayor aún es el que le costaría la soledad, por solidaria que ésta fuese. Porque se ha hecho a la droga que el aire social lleva: el aplauso exterior, el aprecio, el poder, el prestigio. Se ha hecho adicto a los otros: necesita para respirar que los otros lo confirmen, lo ratifiquen, lo respeten. Aunque sea a costa de embaucarse a sí mismo, puesto que se ha echado a vivir de puertas para fuera... Es imposible que, en tales condiciones, nadie vea a nadie como es para amarlo como es.

Fragmento de uno de los textos que aparece en La casa sosegada, de Antonio Gala.

20 pasos hacia adelante

<em>20 pasos hacia adelante</em> 1- conózcase usted mismo

2- sea autónomo

3- no intente ser bueno en todo (riase 1° de sus defectos)

4- nadie triunfa sin ser amado (salude, agasaje, sonría)

5- esté informado (pero no sobreinformado)

6- actualice lo que sabe

7- equípese (descarte lo preconcebido, sea creativo)

8- organice su tiempo y respete el tiempo ajeno

9- cuide su imagen (aprenda a vender)

10- mejore el promedio

11- rodéese de las personas adecuadas

12- asuma riesgos evaluados

13- cuídese de las adicciones (también al trabajo)

14- no derroche su tiempo (invierta en su futuro)

15- negocie lo que le conviene y no ceda mas allá de ello

16- diga que sí cuidándose, diga que no cuidando al otro

17- aprenda de sus fracasos (o volverá a fracasar)

18- si lo cree necesario pida ayuda

19- vuelva a empezar tantas veces como sea necesario

20- no dude en el resultado final.

-Jorge Bucay-

Navidad nevada

Navidad nevada - Está todo nevado...
- Ya veo.
- Si ni siquiera te asomaste a la ventana!
- Lo sé. Lo veo en tu espalda. Ya se volvió terciopelo con el invierno...
- ...

Ella se volvió hacia él lentamente, le miró a los ojos, y juntos vieron reflejados los primeros copos de nieve, que de nuevo se deslizaban por sus cuerpos. Él le acarició la nuca en un gesto y la abrazó tierno. Ella solamente cerró los ojos, mientras afuera nevaba. Abrazados al cálido fuego de las paredes moradas se fundieron entre las sábanas. Se arrancaron vocales abiertas de la garganta cabalgando a dentelladas. Y el morado se tornó naranja. Al momento cayeron extenuados, con la respiración goteando. Segundos de tregua y silencio enmarañados entre ambos cuerpos. Las muñecas ya no golpeaban la sangre desbocada. Sólo ella con la piel de su amante temblando en el interior. Y él... con su ticket de amor pegado en la palma de la mano. Dormidos... La habitación fue blanca, como la nieve...
Nariz roja, luces de colores que se encienden, se apagan, se encienden... muérdago bajo la puerta y mantita de colores a los pies.
Y no había chimenea, y tampoco nieve...
El edredón era su nieve caliente y ellos... la llama...

- Bésame otra vez, hasta dormir en tus labios...

Los horóscopos adivinan...

Los horóscopos adivinan... En sierra Leona o Uganda los horóscopos sólo podrían aspirar a predecir que van a morir niños, pero eso es muy fácil de adivinar, eso se los digo yo...van a morir de injusticia, de indiferencia, de egoismo, de ambiciones desmesuradas, de banderas e himnos, de dioses y vicios...van a morir de nosotros...
-Agradecimientos del nuevo CD triple recopilatorio de Alejandro Sanz-

El pentagrama del pintor de círculos

El pentagrama del pintor de círculos Lienzos en blanco, pinceles, óleos, paleta, colores, luz, buhardilla y la inspiración de puntillas que pasaba por aquella casa apartada, ¿abandonada? ¿Dónde estaba aquel lugar? Silencio... el maestro está componiendo... En algún lugar vivía un pintor compositor de melodías redondas: un círculo, otro círculo, otro círculo, un trazo, otro círculo... amarillo, azul, de nuevo amarillo, negro, azul... Y trazos para engarzar las esferas y formar cerezas inventadas.
Dicen que los cuadros transmiten sensaciones, melodías construidas de notas coloreadas a golpe de pincel que se pueden sentir muy adentro.
La chica, guía del museo, supo transmitir su musicalidad:
Este círculo amarillo es una nota que simboliza la luz. Este, azul, es una nota de amistad. Y de nuevo amarillo. Y de nuevo azul... Y este de aquí, el violeta... el violeta es el color del miedo...
Un pentagrama de color donde el punto final lo pone el miedo. El miedo se tiñe de violeta en los cuadros, pero ¿de qué color es el miedo?

Aquel pintor ya dejó de pintar círculos...

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PD.: Te doy mis ojos.
PD2.: Y van 8 marzos, donde el violenta es un color ausente...

Humanos de un ala...

Humanos de un ala... Bueno, pues siguiendo con mi temática de epístola amorosa continua (Cierto es que debo variar un poco. Gracias, Carlos), os dejo este texto que recibí hace tiempo, y que ha venido a mi memoria, para que no caigáis al vacío al saltar. :-)

Humanos de un ala
Un día un ángel se arrodilló a los
pies de Dios y habló:
"Señor, visité toda tu creación.
Estuve en todos los lugares.
Vi que eres parte de todas las cosas.
Y por eso vine hasta Ti Señor para
tratar de entender.
¿Por qué cada una de las personas
sobre la tierra tiene apenas un ala?
Los ángeles tenemos dos.
Podemos ir hasta el Amor que el Señor
representa siempre que lo deseamos.
Podemos volar hacia la libertad siempre
que queramos.
Pero los humanos con su única ala no
pueden volar.
No podrán volar con apenas un ala..."
Dios respondió:
"Sí, ya sé eso".
"Sé que hice a los humanos solamente
con un ala..."
Intrigado el ángel quería entender y
preguntó:
" ¿ Pero, por qué el Señor dió a los
hombres solamente un ala cuando son
necesarias dos alas para que puedan volar?"
Sin prisa, Dios respondió:
"Ellos si pueden volar, mi ángel.
Di a los humanos una sola ala para
que ellos pudiesen volar más y mejor
que nuestros Arcángeles...
Para volar, mi pequeño amigo,
tu precisas de tus dos alas.
Y aunque libre, tú estas solo.
Mas los humanos... Los humanos con
su única ala precisaran siempre dar
las manos a alguien a fin de tener
sus dos alas.
Cada uno ha de tener un par de alas.
Cada uno ha de buscar su segunda ala
en alguien, "en algún lugar del  mundo",
para que se complete su par.
Así todos aprenderán a respetarse y a no
quebrar la única ala de la otra persona
porque pueden estar acabando con su
oportunidad de volar.
Así mi ángel, ellos aprenderán a amar
verdaderamente a la otra persona.
Aprenderán que solamente permitiéndose
amar, ellos podrán volar.
Tocando el corazón de otra persona,
ellos podrán encontrar el ala que
les falta y podrán finalmente volar.
"Solamente a través del amor podrán
llegar hasta donde estoy...
Así como lo haces Tú, mi ángel.
"Ellos nunca, nunca estarán solos al volar."
Deseo que Tú, encuentres tu otra ala,
que la encuentres muy pronto,
y si la has hallado, que se alcen
las dos en magnifico vuelo.

Botas de agua (II)

Botas de agua (II) David,
no voy a huir de ti, sólo quiero escapar a rociarme de sol de invierno, a ahogarme en un té caliente, a bajar las escaleras de dos en dos, a acariciar el almoadón en la siesta.
Quiero deslizarme cuesta abajo por el asfalto salpicando en todos los charcos y que la brisa del invierno me bese los labios, quiero ser hoja de otoño que danza en el aire, quiero perderme en las nubes y robarles un pedazo sumergida en mi película favorita, en mi sofá, con mi mantita.
No voy a huirte, voy a escaparme. Me encontrarás bailando con el paraguas y chapoteando el reflejo de las farolas en el agua. Pero no vendrás a encontrarme. No quiero dependerte ni necesitarte. No quiero hacerme grande. Sólo quiero ver tu mirada vidriosa tras el cristal, leer de tus labios un "te quiero"... y no dejar de ser tu niña pequeña.

Botas de agua

Botas de agua Sofía,
no voy a salir detrás de ti, a buscar tu reflejo en los charcos de las calles con mi barquito de madera, a reírme en el café, a volver a tocar aquella canción, porque tu figura curva viene impresa en cada letra.
Quiero dejarte bajar patinando por el asfalto y que el frío del invierno te agriete los labios, pero no quiero ser el cacao para volver a hidratarlos, ni las yemas de los dedos que acaricien tu pelo enmarañado, como tampoco quiero fundirme en tu sombra con mi propio abrazo.
No voy a salir a buscarte porque hace frío. Olvidé el paraguas y no tengo botas de agua para chapotear en tu mirada. No quiero dependerte ni necesitarte. No quiero hacerme grande. Pero te quiero... y sí, soy un niño pequeño.

Escrito por Duna del Desierto