Pétalos de marzo
Paso de largo como un suspiro controladamente incontrolable, como una mota de polvo negra que volaba controlando la gravedad del ambiente ya cargado de humo y pensamientos, hasta alzarse de forma magistral, volando, y nadando a la vez en el aire, hasta llegar a la altura de donde los sueños son atrapados, entre plumas, telas de araña y piedras preciosas como ojos pintados hasta el iris, tambores de fondo de carnal y charanga.
Rosa Hazul
Oh! Barcelona, ciudad que llegue a odiar en mi ignorancia, solo guiado por los equipos de futbol y por todos los cliches y tópicos que a ti te rodean, ahora querría volver, a estar contigo, acariciarte con las suelas de mis zapatos, fotografiarte con mis ojos color canela obscura, perderme entre los laberintos que conllevan a todos los lugares que quieran ver, sin olvidar un donuts para el camino. Poco vi de ti, tus lenguas entre Diagonal , Roma y los malabares y posibilidad que de tus calles emerge.
Escrito por Rosa Hazul
Alba es una niña de ocho años que, como todos los días, se preparaba para ir al colegio; pero este día no era como los demás, éste era especial. Alba había soñado la noche anterior que una hermosísima flor roja de grandes pétalos le llegaba a sus manos como por arte de magia y este hecho la llenó de alegría.
Cuando se dirigía al colegio miraba y miraba a todas las flores que iba encontrando a su paso, y no eran pocas, pues vivía en una pradera rodeada de todas las plantas que os podáis imaginar, pero por más que buscaba no encontraba la flor de su sueño.
Tanto se entretuvo que llegó tarde a clase. Menos mal que la profesora también se había entretenido y entró poco después, si no le podría haber caído una regañina por retrasarse.
Pasaban las horas y no se le quitaba de la cabeza la singular flor. Salió del colegio, volvió a explorar la pradera, le preguntó a sus padres si la habían visto alguna vez... y nada, no encontró nada que le dijese si realmente existía.
Finalmente, se acostó desilusionada porque había fallado en su afán por encontrarla, cuando, de repente, una paz se apoderó de su cuerpo y vio que la flor se acercaba poco a poco, como la noche anterior. Una hermosísima flor de gran tamaño, de un rojo vivo, y todo lo demás oscureció, como si dentro de ese espacio sólose pudieran ver sus pétalos rojos...
Escrito por Rosa Hazul
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Y aquella flor enorme de rojos pétalos que cayó del cielo llegó a manos de Alba, pero al poco la abandonó y voló mecida por el viento hasta posarse delicadamente en la cabecera de este blog. Fue dibujada a pincel por Salvador Dalí.
Escrito por Duna del Desierto
Ansío volver a verte,
ansío volver a tocarte,
a mimarte y abrazarte,
veo, miro a otras mujeres
andando, sentado,
pero puras figuraciones,
recuerdo,
tan sólo maniquíes andantes.
Escrito por Rosa Hazul
