Blogia
Un día de marzo en septiembre...

Sonriendo...

Sonriendo...

Hoy me siento feliz, ¿sabes? Y ha pasado mucho tiempo. No pensé que pudiera estarlo, pero mírame ahora mismo. A veces me siento como él, pero luego pienso en la suerte de que estés aquí, de que me sonrías, de que a veces contestes a lo que te escribo o que me digas sin decir nada que te ha gustado mi felicitación. Estás ahí, que es lo importante, y puedes leerme.
He pensado más de cien veces en ignorarte para que me duela menos, pero nunca me sale bien. Pensé que estar un poco mosqueada contigo por todo lo que me dijiste el otro día ayudaría, y lo hizo en un principio... pero soy débil y es Navidad. Y no puedo verte por aquí toda la tarde y fingir que no te veo. Necesito desearte Felices Fiestas, saber qué tal pasaste la Nochebuena, si volviste a casa o cómo se ha portado Papá Noel. Y puedo darte el coñazo, sí, pero entonces vuelvo a pensar en él y en mi suerte y no me importa que cada vez que te salta el messenger con mis preguntas me odies un poco más o no quieras decir nada o me digas una mala palabra. Simplemente tengo suerte. ¿Lo has pensado?
Es Navidad, todavía estás aquí y yo te sigo queriendo como siempre. Y aquí me tienes, sonriendo... ¿No tenemos suerte? Yo sí que lo creo. Entre otras cosas, por eso sigo escribiendo aquí...

Felices Fiestas, cariño...

0 comentarios