Blogia
Un día de marzo en septiembre...

De vuelta

De vuelta Y vuelvo a atravesar esa puerta... El mostrador de siempre, el calor de la cafetería, los barullos de gente nueva perdida por los pasillos y la marea que se agolpa ante el tablón de los horarios, las aulas de siempre, profesores nuevos y no tan nuevos... y volver a ver a los amigos, algunos de los cuales no ves desde el último examen. Qué cosas tiene la vuelta a clase, algunas cambian y otras no. Vuelvo a "vivir" en el autobús, a levantarme a las 6 de la mañana para no tener clase hasta las 9.30 (y este año, sin alguien que me acompañe a tan tempranas horas en cafetería)... Vuelvo a la rutina.
No estuvo mal la primera clase, la primera asignatura importante de este curso: teoría, prácticas, trabajos y examen; como siempre. Pero es un año más, y los amigos siempre hacen que sea más sencillo y divertido, porque volverán las salidas de los jueves (ésta que viene sin ir más lejos), la fiesta de inauguración del curso, la primavera universitaria... y los madrugones al día siguiente para asistir a la clase de las 8.30 con ojeras que cantan como tres tenores. Sin embargo, este curso me va a faltar alguien, alguien que baje a visitarme durante las horas libres, alguien con quien desayunar, alguien a quien contar lo que hago durante el día, alguien que me haga hueco en su cama después de las juergas... me faltas tú y ahora me sobra la costumbre de tu presencia, pero supongo que, como todo, me haré a la idea, la idea de leerte y oirte sin llegar a verte, pero me haré a la idea... espero.

0 comentarios